¡Con lo que tengas!
Aunque el mundo se levante ante ti
y sus desafíos se agiganten
ante tus fuerzas flacas.
Aunque surjan problemas
que se alimenten de tus miedos
y crezcan apocándote.
Y si huyeras
refugiándote en la habitación más oscura,
y continúen al acecho.
Y, si trataras de esconderte,
debajo de la cama,
y te descubran.
Deberás hacerles frente.
Salir al encuentro.
No esperes.
A las balas: ¡pecho!
Aunque no creas tener el tamaño suficiente,
aunque te sientas indefenso.
Mira que David no esperó a crecer
para alcanzar la altura de Goliat,
ni aguardó obtener una mejor arma
para, bravo, combatir.
En el nombre de Dios
y con el Señor como escudo,
con todo lo que
eres y tienes…
que en Manos de Dios no será poco…
… Como pocos no fueron
los cinco panes y dos peces…
… Arroja, como David, la piedra.
Sin miedo.
Con confianza y coraje.
Verás a los gigantes caer delante de ti.
Verás la Gloria de Señor.
En tus pequeñas manos
verás emerger,
la fuerza de Dios.
Juan José Cabadas
Adecuado a la actualidad que vivimos muchos, el futuro se ve Gigantescanente oscuro...
ResponderEliminarMuchas gracias por tu participación. El texto es una invitación a la confianza en Dios... A no dejar de actuar por temor...
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