LA ESPIRITUALIDAD
DEL CATEQUISTA
JOSÉ MINGUET MICÓ
PRESENTACIÓN
Llevar a cabo una
evangelización, como gustaba repetir a Juan Pablo II, es la tarea más urgente y
necesaria en el momento actual de la Iglesia. En esta gran tarea, la catequesis
tiene la misión concreta de ser una introducción progresiva y sistemática en
las insondables riquezas del misterio de Cristo. Se trata de acercar a los
hombres a cuanto cree, celebra, vive y ora la Iglesia, tal como nos recuerda el
Catecismo de la Iglesia Católica, auténtico tesoro de la fe que presenta la
novedad del Concilio situándola, al mismo tiempo, en la Tradición entera.
Pero para esto, es
necesaria la inestimable colaboración de los catequistas.
No existe catequesis
sin catequistas, pues, «en el fondo ¿hay otra forma de comunicar el Evangelio
que no sea la de transmitir a otro la experiencia de la fe?» El Mensaje de la
fe se hace luz y vida de los hombres por medio de la mente, el corazón, la
palabra y la vida de fe de los catequistas que el Espíritu Santo suscita en la
Iglesia.
Por todo esto, nada
resulta más necesario, si quiere que la nueva evangelización sea realidad, que
atender a la formación de los catequistas.
En esta línea se
encuentra el libro de D. José Minguet que tengo la alegría y el honor de
presentar. Escrito con un fuerte aliento apostólico, propio de un audaz e
inteligente predicador de la fe, y con un sentido de lo concreto, propio de
quien vive la noble y sagrada tarea de ayudar a otros a caminar en la fe, este
libro afronta el tema más hondo de la formación: la atención al «ser del
catequista», es decir, a su condición de «testigo de la fe».
De ahí su propuesta:
mostrar los rasgos de la espiritualidad del catequista.
En una primera parte,
nos presenta sus fundamentos, los pilares sobre los que se edifica la personalidad
del catequista, y que no son otros que la fe, la esperanza y la caridad, que el
Espíritu Santo derrama en los corazones. En una segunda parte, nos introduce, a
la luz de la experiencia de fe de los grandes personajes bíblicos, en aquellas actitudes
que deben guiar al catequista en su tarea de comunicar el mensaje evangélico.
Quien lea este libro,
sobre todo si es catequista, se reconocerá de inmediato, como quien se mira en
un espejo. Pero ahí no queda todo; este libro es una invitación a ir más lejos,
a avivar la relación con Jesucristo presente en la Iglesia, fundamento y
contenido de la misión del catequista.
Como obispo, y
también como antiguo delegado diocesano de catequesis, agradezco a D. José este
sencillo y alentador libro que tantos motivos y argumentos ofrece a los
catequistas en el desempeño de su misión. Quiera el Espíritu Santo, por
intercesión de la Virgen, madre y modelo de los cristianos, hacer fructificar
iniciativas, como ésta tan necesarias para impulsar una catequesis a la altura del
momento actual de la Iglesia y de la sociedad.
Javier Salinas Viñals
Obispo de Ibiza

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