INTRODUCCIÓN
Al
aproximarnos a las fiestas navideñas, he querido crear algún material que pueda
servirnos para entrar en el espíritu propio de la Fiesta.
En
una lectura apurada podemos caer en la idea de que se trata de cuentos 'poco
piadosos’. . No hay un marco religioso institucional, ni rituales propios de la
ocasión. Lo que en realidad quiero mostrar
es el ámbito más sagrado del hombre: su propio corazón. Ese es el Templo donde ocurren los milagros navideños
de estos cuentos... Los que no son manifestados en signos exteriores
espectaculares, sino que se manifiestan sencillos y silenciosos en aquellos
cambios que obra el Señor, sin bombos ni platillos, en la interioridad de las
personas. Podríamos decir en la suave brisa que conmueve al profeta Elías. Es el reconocimiento de la Gran Presencia en el Pequeño Signo.
NAVIDAD
EN LA ESTACIÓN DE
PEAJE: Cuernos de Reno
Acomodó
en la caja registradora el sencillo que llevaba
bien contado para dar el
cambio justo.
Era
una noche como todas las noches, pero
con una diferencia.
Se
había propuesto mostrarse feliz y gentil,
y hasta se le ocurrió una idea llevó un cartelito que se leyera desde afuera y lo pegó: «Feliz Navidad»... Aunque en realidad la originalidad de la idea
tenía ya dos años, al igual que el cartelito
Seguramente
estarán pensando que hace dos años atrás también tuvo que cubrir el turno en
una noche de Navidad... Si lo pensaron así,
entonces acertaron... ‘Pero es la única oportunidad de conseguir un pesito extra'. .
En
estas fiestas había planificado comprarle calzado a su hijo menor, de lo
contrario, como le explicaba a su mujer cuando lleguemos a 'Reyes', y el niño ponga sus zapatitos para los
regalos, éstos pasarán de largo por los agujeros.
Cerrando
los ojos trataba de visualizar, al pie del arbolito navideño, la caja
rectangular bien envuelta, con moño y tarjeta... Pero de pronto un sentimiento
amargo cruzó por su cabeza.
Seguramente Jorgito esperaba del Niño Dios un juguete y, con los ojos cerrados presintió su rostro de
decepción... La sonrisa que había
ensayado para saludar a los conductores había desaparecido. Aunque hasta ese momento no había pasado ningún vehículo. La calle estaba tan solitaria como él.
Recorrió imaginariamente la mesa navideña de su hogar... Allí estaban todos: su esposa Laura, su
hijito Jorgito, su joven hija, Julieta, que esperaba ansiosa el brindis para
luego salir corriendo a bailar con sus amigas... ¡Y Carlos!... No dejó de
odiarse a sé mismo ¡Carlos en mi casa, en mi ausencia, e invitado por mí!... Hizo memoria y recordó aquel nefasto diálogo:
-
«¿Qué haces Carlos?’... ¡Tanto tiempo!
-
« Estaba de paso y quise venir a
saludarlos».
-
« ¿Dónde vas a pasar la
Noche Buena ?».
- « La verdad que no tengo nada planificado»
-
"
!Venite a casa!
¡Vos sabés como todos te queremos!
Así,
cara a cara lo desafió. Se dijo para si. ‘No soy celoso' e invitó al ex novio
de su esposa a casa, olvidándose que esa noche él no estaría...
Con
bronca rearmó con su imaginación aquella mesa navideña, y allí estaban
los dos: uno al lado del otro entrecruzándose en palabras y miradas.
'¿Qué
pasaría si la fiesta se pone muy alegre?... ¿Si hay muchos brindis?.. Seguramente
Jorgito se irá a la cama después de los regalos y Julieta saldría a la Confitería bailable. ¿Y
ellos dos?... ¿Si llegan a estar un poquito picados? ¿Habrá para septiembre un
nuevo miembro en la familia llamado Carlitos?’
Se
disgustó consigo mismo: '¡Cómo voy a desconfiar de mi esposa!... ¡Qué vergüenza!
Y se dijo. ‘Pensaré en otra cosa’.
‘¿Pasará
Papá Noel por el peaje? ¿Cual sería la tarifa que habría que cobrarle'?... Y
luego haciendo zapping en sus pensamientos reflexionó; ' En una
noche como hoy, la empresa debería regalar el pase gratis'... Y volviendo a lo
anterior comenzó a calcular la tarifa para Papá Noél. . ‘El Trineo es
complicado, no tiene ni ejes ni ruedas Además están los renos que eran… ¿Cuatro
o seis? Más !a carga, podría equipararse a un camión con acoplado'... Seria una
buena oportunidad para sobornar a Papá Noél: '¡O me das un buen regalo o te
cobro el máximo!... Y luego se decía: 'Ya veo que se enoja y embiste la barrera
con los cuernos de sus renos". Al pensar en aquellos cuernos se dijo: '¡Hermosos
para un perchero multiuso!.. ¡Qué se pasen de largo no más y sin pagar, que desde atrás los bajo a balazos! Mientras pensaba cómo
se arreglaría para adornar su pequeño living con las cabezas de los renos
colgadas en su pared... Pero al pensar en aquellos grandes cuernos, no pudo
evitar el verse reflejado en el vidrio de la cabina donde estaba... Así volvió
su pensamiento hacia Carlos y su esposa... Aquel rostro gentil del comienzo
estaba transfigurado y solo irradiaba odio. Se dijo 'Pueda ser que me quede
lugar en la pared para las cabezas de estos dos'.
Todavía
estaba divagando en estos piadosos pensamientos navideños cuando miró su reloj.
Eran las 0 horas... Era Navidad, y el cielo se encendió en luces de bengala.
Allá a lo lejos divisó un automóvil que venía. "Es un 'Megan",
se dijo y luego se preguntó: " Papá Noel habrá cambiado los renos por un
Renault .
Cuando el auto llegó a la estación se detuvo a un costado y
descendieron Laura, Jorgito, Julieta y el «ex»
Su señora le explicó:
-
« A Carlos se le ocurrió la idea maravillosa de venir a brindar con vos y nos trajo en su auto»
Se
saludaron, se desearon felicidad, brindaron y Carlos le entregó un regalito: una hermosa estatuilla de un reno para
colocar sobre la chimenea.
FIN
Para
reflexionar:
-
Cuando la
mente se aleja de la realidad crea fantasmas.
Muchas veces nos distanciamos con alguien porque tenía un determinado
defecto… Pero, cuando a la distancia del tiempo, nos volvemos a encontrar con
él descubrimos que las cosas no son tales como nuestro recuerdo (mezclado con
nuestra imaginación) nos las contó. Lo
único que nos puede reconciliar con la realidad es la realidad misma.
-
¿Estamos
capacitados para juzgar al otro?... ¿A nosotros mismos?... ¿a Dios?... ¿Siquiera a la misma historia de la
humanidad?...
-
Leer Mt 18,
21-35; Lc 7,1-5
-
Tal vez en
esta oportunidad tengas la oportunidad de acercarte a alguien a quien has
marginado o castigado por algo que ocurrió y dejó heridas en tu alma. Esta oportunidad será la misma para ti mismo:
para crecer en el perdón y en la misericordia.
El amor que brindes será el remedio que cure esa herida abierta en el
corazón.
NAVIDAD EN EL RANCHO: Así como en el Cine

«Allá
sí que saben preparar las Navidades», se dijo « ¡Cuántas luces!, ¡qué hermosos adornos en los árboles!,
¡qué tiernos pesebres!, ¡cuánta
nieve!... ¡Ah!.. y ese gordo generoso, todo vestido de rojo, que mi mama me
dijo que era el papá de Noé. ¡Mi Dios, ese sí que es viejo!, y sin embargo no perdió vitalidad y, ¡ cuánto amor
a los niños con tantos regalos que repartía .. Extraño carro el que tenía, sin
ruedas y tirado por aquellos inmensos carneros...»
Pero
en esta oportunidad, nuestro 'criollito',
Juvenal, estaba solo ... «¡Cómo se les ha ocurrido al Tata y a la mama
dejarme sólo con tantos quehaceres en el rancho, especialmente en este momento
que hay que preparar el Nacimiento del Niño Dios'... Ellos deben de saber que
mis habilidades no son tantas y que no tengo sesera suficiente para salir de
tantos embrollos... Es cierto que los vecinos González me han dicho que se
habían ido a un mejor lugar a buscar fortuna, pero tengo la firme sospecha que
la habrán encontrado y que vendrán precisamente esta noche para celebrar juntos
la Fiesta... Por
eso dije: 'Gracias, don González, pero no le puedo aceptar la invitación para
la cena porque esta noche vienen mis viejitos'
Ellos
querrán darme una sorpresa pero seré yo quien los sorprenda. . Los estaré
esperando. ¡Hay que preparar el rancho como en la película' ... Hay que hacer
memoria y nada puede faltar... ¿
Qué necesitamos? ¡Ah, si: un pesebre!».
Y
cortó pastitos... Recorrió la ribera del arroyuelo buscando las imágenes:
" Esta bonita piedra blanca, así de punta, se parece a la Virgen... Es más
es la misma Virgen María», y la colocó en su alforja «Esta suavecita piedra
celeste es el misino Niño Dios» La beso y la guardó. Y siguió buscando hasta
conseguir unas veinte imágenes para su pesebre que acomodó de tal manera que
quien abra la tranquera se
encuentre sí o sí con él .
«... Algo falta... ¡Ya se!, la nieve»... Se cruzó el alambrado y realizó una
cosecha de algodón de contrabando ¡Cómo quedaron sus dedos!, pero
había valido la pena
«
Nieve para el pesebre, nieve para el árbol
de navidad»
«
¡El árbol de Navidad!», se dijo asustado . « ¿De dónde saco un pino?». « Va,
creo que este viejo algarrobo del patio del rancho nada tiene para envidiar al
pino yanqui»... Y de los frutales sacó diversas frutas que colocó por todo el algarrobo, y hasta tomates y melones.
Y mucho algodón que hacia de nieve.
Y se extrañó: «Película rara aquella, con nevada en pleno diciembre»... « Y
bué, queda lindo».
«
¿Qué más?... ¡Ah, el tata de Noé, el gordo de rojo!»... Había allí una carreta en desuso... No tenía
ruedas y estaban sus ejes calzados con
tacos de madera... Se trajo de en medio del huerto el espantapájaros que
rellenó con más paja porque estaba muy flaco, y buscó toda la ropa roja que
encontró, y hasta le puso una pollera por sombrero... « ¡Vamos Gordo, a la
jardinera!». Buscó cuatro cabritos y los colocó en el tiro. . «Deberían tener
cuernos más grandes pero así nomás está bien»
«
¿Cómo haré con las luces, aquí que no tenemos la luz eléctrica?...». Y ahí salió a la despensa del rancho, junto
todas las velitas que tenía, las
cortó por la mitad para tener más y las colocó sobretodo el travesaño que
sostenía el alero del rancho. «Llegada la noche, cerquita de la Navidad las enciendo».
Recordando
la película se pegó un gran julepe: «Si al gordo se le ocurre aterrizar con
carneros y todo en mi techo para entrar por la chimenea me hunde el rancho...
Hay que prevenir». Y como desde aquel tiempo que había ido al cine ya aprendió
las letras tuvo la precaución de dejar un aviso sobre el techo, alado a la
chimenea de la cocina económica:
«
Techo inseguro... Chimineia susia y estrecha. En el campo no serramos las puertas con yabe, siempre están
abiertas... Entre como buen
crestiano por donde corresponde».
«¡¿Y
la comida'.'!... Ya me acuerdo, pavos en el campo hay a patadas», y se dispuso
a cocinar uno en el horno de pan.
Se acercaba la medianoche... Todo estaba dispuesto, aunque no se le había ocurrido cómo hacer fuegos de artificio. . «Y bué, no haberá»... Pispió
que el pavo estaba casi a punto. Se subió y encendió las velitas... ¡Qué
bonito se veía el rancho!... Y la intuición no le había fallado... Allá desde
lo lejos se escuchaba llegar un
carruaje al trote de sus caballos. . Y eran ellos nomás. Bajó corriendo: « ¡Tata'
¡Mama': sabía que vendrían».. « Vieron que lindo preparé la Navidad ». - « Hermoso mi hijo», dijo la madre
-«
Pero le vinimos a buscar para celebrar en otro lugar», dijo el padre
-
« ¿Otro lugar'.', con todo el trabajo que hice», se quejó Juvenal
-
« No te vas a arrepentir m'hijo. Hemos conseguido una hermosa casa
donde nos espera un gran banquete», dijo la madre
-
« Y bué, lo importante es estar con ustedes»
Se
subió al carro y salieron riendo juntos al trote.. Juvenal, mirando hacia atrás
el rancho, a lo lejos y allá abajo, dijo «¡Tata! ¡Mama!: ¡fuegos de artificio!».
Al
otro día los vecinos González comentaban
con otros: « Nosotros lo habíamos
invitado a cenar con nosotros, pero él nos respondió que esperaba a sus
padres... Y… ¿sabe lo que hizo?'
¡Quemo el rancho, puso el espantapájaros que vistió de rojo en ese cacharro
inútil, se subió a su lado y allí, este pobre viejo loco se dejó morir!”
FIN
Para Reflexionar:
- La Navidad no admite la soledad. El
Nacimiento del Señor es el reencuentro de la humanidad consigo misma. Al nacer el Hombre Nuevo se renueva todo
hombre en el encuentro con su hermano.
- ¿No te parece que nuestras Navidades, al ser imitación de otra
cultura, pierden originalidad y ganan artificialidad? ¿Cómo crees que sería una Navidad bien
nuestra, de nuestro pueblo?
- Las Navidades, en nuestro suelo, suelen ser ocasión de un encuentro
familiar. Pero serían más completas si
resultaran ser un encuentro de nuestra familia con Cristo. ¿Cómo crees que
puedes provocar esto entre los tuyos?... Una invitación a estar juntos en la Misa de Gallo… Una oración
para bendecir la mesa navideña… ¿ Y qué más…?
NAVIDAD EN EL HOSPICIO: Fantasmas del Pasado
Había
sido testigo de muchos arribos y partidas, sin embargo nunca recordé el día en que llegué a aquella vieja casona donada a una fundación para transformarse
en un orfanato. Fue mi casa, y en
mi consciencia tengo por cierto
que allí nací de la nada, aunque
nunca ignoré que mis padres
biológicos me abandonaron cuando aun no
tenía como defenderme .
Ellos habrán tenido sus razones que
yo nunca entenderé, sin embargo el amor recibido a lo largo de esta larga y breve vida, me dio la pauta del perdón.
Otras
manos me acariciaron y vistieron, en una familia de tantos niños como yo, cada
uno trabajando para los demás de acuerdo a la capacidad de sus edades...
Fui
testigo de bebés que llegaron desnutridos, de niños golpeados, violados,
destruidos, muchos de ellos para siempre, en su frágil psiquis...
Asistí
a muchos funerales de aquellos por quienes lloré como por mis hermanos que
nunca tuve o nunca conocí.
Crecí
desde las pequeñas responsabilidades de secar platos y trapear pisos... Luego más grande haciendo las compras de
las provisiones para el mes. Y luego con la oportunidad del estudio y mi titulo de contador, el llevar la
administración del hogar, habiendo pasado
por el oficio de albañil para ir agrandando la estructura edilicia de aquella
casa que no se cansaba de agrandar su corazón
en la siempre bienvenida de nuevos niños
Ya
con edad suficiente para
independizar mi vida, yo mismo
construí mi casa en las cercanías de «Mi Vieja Casona»... Era conveniente estar a mano para
brindarse a penas me lo solicitaran.
El
día 22 de diciembre me llamaron
pidiéndome que acompañara en la
Noche Buena a seis niños que, desafortunadamente
de entre los ciento veinte de la
casa no habían podido ser ubicados con familias que los contuvieran en las Fiestas de Navidad.
Generalmente, aunque
siempre vivo solo, tengo muchos hermanos por toda la ciudad y las invitaciones me llegan desde todos los
rincones para unirme a ellos en
estas ocasiones. Hablé con cada uno de ellos y disculpándome, decidí
acompañar a estos más desafortunados En algunas oportunidades pase por lo
de ellos, y se que no es fácil.
El
presidente de la fundación habló conmigo, me había dado las instrucciones
precisas indicándome que en la casa todo estaba listo y preparado para la fiesta. Incluso los regalos y el
lugar donde se encontraban. Se me había ofrecido un traje de Papa Noél, que
rechacé, ya que el centro de la
Fiesta está en Jesús, no hay que aunar para ello un circo
ficticio cuando la verdad celebrada es aún mucho mayor. Se me pedía que llegue
más temprano para ultimar los detalles y preparar con los niños la mesa
navideña.
Con
mis pequeños ahorros quise comprar regalos para los seis, y uno sabe qué hace
falta. La mayoría de las personas con deseos de colaborar llevan juguetes y
golosinas, pero a los niños les hace falta ropitas, sobretodo zapatillas, y
útiles escolares.
Por
supuesto me arreglé para ir a una gran fiesta... Y aunque no pude ir a Misa por
el horario, fui haciendo mis oraciones.
De
la ruta principal doblando a la derecha, por el tan conocido camino de tierra,
encontré aquel viejo cartel: « Hospicio, Madre de los Desamparados»... A los veinte
metros divise la casa que, sí no fuera por la luz, de la entrada estaba en
total oscuridad.
Estacione
mi auto cerca de la entrada, y antes de abrir, con mis llaves, la puerta, toque la campanilla para hacerme
anunciar... Me llamó la atención que nadie atendiera...
Un
escalofrío que brotó de lo más profundo de mi ser envolvió todo mi cuerpo. Tal vez la reminiscencia de aquel día,
grabado en mi subconsciente, en que fui abandonado. Se trataba de una experiencia reiterada de abandono
y soledad.
Eran
las 22 hs y al entrar encontré una nota
sobre la mesa de recepción:
«
Gracias a Dios encontramos a dos familias que recibirán en sus hogares a los
niños que faltaban colocar... Cada una de ellas recibirá a tres de ellos.
Usted
sabe que esta es su casa, disponga de ella.
En la cocina hay comida más que suficiente. Le agradecemos la disposición y pedimos
disculpas por las molestias ocasionadas»
En un primer momento sentí indignación, pero luego me consoló pensar
en que aquellos niños no se sentirían, al día siguiente, en inferioridad de
condiciones con respecto a los demás.
Experimente en
mi alma una doble moción: salir corriendo por el temor a !a soledad y buscar alguna casa que me
reciba ( que sabía había muchas), o quedarme en la casa a recorrer recuerdos.
Prevaleció
la primero. Salí corriendo, cerrando la puerta
con llave, pero al llegar al sitio donde había dejado mi auto no lo
encontré... ¡Me lo habían robado sin que yo escuchara siquiera el ruido del
motor! ¡Había dejado la puerta abierta del vehículo con la llave de ignición
colocada'. Pero, ¡qué estúpido!
Regresé
a la casa y busqué el teléfono para hacer la denuncia a la policía, pero la línea,
como casi de costumbre, estaba cortada.
Me
aterrorizaba tanto permanecer en la casa como el recorrer aquellos 20 metros de camino en la
oscuridad, sobretodo pensando que el ladrón pudiera estar merodeando... Es por
eso que volví a la casa corriendo y cerré los cerrojos.
En
aquella casona de dos pisos escuché pasos y risitas en el primero... Subí las
escaleras aligerando mi andar
para darme con aquel gran cuarto... Allá
al fondo, en aquel rincón, en otro tiempo había en lugar de esa cucheta, otra
de caños... mi propia cama... Al recorrer
la sala me sentí observado desde cada almohada vacía por aquellos que
fueron 'mis hermanos', muchos de
ellos ya desaparecidos.
Me
detuve frente a una cucheta que desde la ventana, que estaba detrás, entraba
una claridad, debido seguramente a la luz encendida de afuera. Allí en ese
lugar vi agonizar a mi mejor amigo, dos años menor que yo… Había querido
cuidarlo como un padre y
estuve con él sin despegármele un segundo, hasta que murió... El amor y la
muerte. ¡Qué contradicción!... ¿Será por eso que nunca más me arriesgué a tener
una familia?... ¿Tan alto es el costo del amar?...
Volví
en mi preguntándome: ¿Qué fueron
aquellas pisadas y risas infantiles?... ¿ Recuerdos al oído, o
presencias en el olvido?
Regresé
con mi mente a mis antiguas teorías...
Veía lo que veían mis ojos, solo un
salón vacío. . ¿El mundo acaba
en lo que veo? Cuando una
persona crece se termina convenciendo que es así, pero cuando uno es niño tiene una especial sensibilidad que luego escauterizada.
Cuando uno es chico tiene una percepción distinta de la realidad, que se puede
comparar, de algún modo, con la de aquel que delira en la agonía ¿qué dice?,
¿qué ve?
¿Por qué los niños tienen miedo a la oscuridad? ¿Por qué el miedo a la soledad? Llegará
entonces el adulto, en el mejor de los casos un padre, encenderá la luz y dirá. ¿Ves?, no hay nada". . ¿Y quien tiene miedo a lo que
ve?... Lo que el pequeño teme es precisamente lo invisible, pero de alguna manera perceptible...
Si
todos los hombres nacieran y
fueran sordos, el mundo de los ruidos y de la música no existiría para él, por
más que él mismo al moverse los produzca o por más que estén en el aire... En
ese caso los hombres deberían adaptarse a sobrevivir en un mundo silencioso,
por más que la realidad sea mucho más que eso... Y si alguien naciera oyendo y
tratara de transmitir su experiencia a los demás terminaría en un manicomio. .
¿Quien
dice que los cinco sentidos abarcan la totalidad de lo que existe? Simplemente nos ayudan a sobrevivir en este
medio... Podríamos tener seis sentidos, o
siete, o diez, o cien sentidos aportándonos distintas músicas y sonidos
que no captan nuestros pobres cinco.
Volviendo
a esa habilidad especial del niño para percibir por encima de lo sensible y más
allá de lo que los adultos exclaman: ‘¡Qué imaginación!’... Yo aún guardo mucho
de aquello... Temo a la oscuridad, de manera que en mi casa duermo siempre con
una luz encendida... Y aunque sólo, siempre me sentí observado presintiendo
presencias... Algún ruido... chasquido… Un libro que cae de repente… Una
respiración cercana…
¿Oyeron
eso?... Un tropel de pasitos corriendo
a hurtadillas por el pasillo... ¡Debo hacer frente a esta situación!...
Salí inmediatamente al pasillo... inmensamente largo y solitario... Creí palidecerme,
mis piernas perdieron consistencia y me parecía que la sangre se me había
desvanecido, aunque el corazón me latía con la fuerza de una estampida.
Bajé
corriendo las escaleras hasta la puerta de entrada, al tiempo que, sola, se
apagó la luz del primer piso. Estaba
convencido: 'prefiero los 20
metros de salida en la oscuridad', pero al llegar a la salida
de entrada descubrí que las llaves que había dejado colocadas en la cerradura
estaban faltando... Metí mis manos en
el bolsillo, pero estaba seguro de haberlas dejado en la misma puerta.
Desesperadamente comencé a jalar del picaporte, pero la puerta estaba
sellada. A mis espaldas un 'click', y toda la casa se hizo de sombras en la más profunda oscuridad.
Dejando la puerta a mis espaldas giré sobre mi mismo dando la cara a lo que
vendría... Escuchaba el creciente
sonido de cuchicheos, pasos, más pasos y risas… por las escaleras se veía venir
una luz de antorcha que dibujaba siluetas fantasmagóricas en movimiento por
toda la sala de recepción... Creo que de alguna manera aquí nací, creo lógico
que sea aquí donde muera. Totalmente transpirado, conteniendo la
respiración en un grito que quedó paralizado en mi garganta, me
creía morir.
De pronto el rostro tenuemente iluminado de un niño
que reconocí, detrás de él otro y otro más. Luego, alguien con
una torta con velitas encendidas.
Allí estaban los ciento veinte
niños que comenzaron a cantarme el 'Cumpleaños feliz'.. .
Me habían tendido una trampa. Alguien corrió mi
auto, alguien escondió mis llaves y todos recordaron que fue un 25 de
diciembre, hace ya unos cincuenta años,
que me dejaron en ese hogar. En aquel tiempo nacía para aquella familia que
hoy renunció a las familias sustituías para
compartir conmigo la noche de
Navidad.
FIN
Para Reflexionar:
-
Tal vez los
temores de hoy sean las alegrías de mañana.
-
¿Recuerdas en
tu vida algún acontecimiento que hayas experimentado como negativo… Del que
hayas renegado… Y luego con el tiempo te hayas dado cuenta que sólo sirvió para
tu bien?
-
Así como al
personaje del cuento, creo que la vida te regaló muchas cosas lindas. En esta Navidad, ¿crees que puedes devolver
algo de tanto, volcándote solidariamente hacia el más necesitado? Cuando Cristo te llama desde la carencia del
otro es porque quiere colmar de riquezas tus propias pobrezas.
NAVIDAD FUERA DE CASA: El ladrón asaltado
La carta había regresado al remitente, aunque el
niño que la enviara no fuera quien la
recibiera de regreso
sino sus padres, que emocionados compartieron la lectura entre lágrimas por aquellas letritas 'patas de
araña", con notables errores ortográficos,
pero con una profundidad de amor que los llevó a un estado sentimental de orgullo y pena al mismo
tiempo.
La
carta que había regresado por no
tener un destinatario cierto: « Niño Jesús Cielos», fue colocada como un gran
tesoro de la familia en el cofre de las riquezas familiares.
Terminaron de
prepararse para salir, ya todos bañados y vestidos de fiesta, y salieron papá,
mamá y el niño, a la casa de la ' tía rica' quien
pensando sobre la difícil situación económica de estos pobres, decidió
invitarlos a pasar juntos la
Noche Buena a la espera de la Navidad.
La
casa quedaba sola, con luz en la cocina y con la radio encendida simulando
presencias... Pero desde el techo del vecino todos los movimientos estaban
siendo registrados y el ladrón agazapado contemplaba el caminar de aquellos
tres que se perdían a la vuelta de una esquina bañada en la luz de plata de una
enorme luna redonda. Rodolfo recordó entonces su propia familia. Les había
dicho que había conseguido una changa importante y que por eso no podría acompañarlos en la Navidad. En realidad
estaba desocupado desde hacía cinco meses, pero nunca se animó a confesar esta
verdad frente a los suyos. Improvisó su propio 'trabajo' diciéndose: 'seré autónomo’.
Lo que en verdad significa que él mismo se dictaba sus propias leyes, y cuando
se trata de la familia cualquier cosa está permitido, incluso robar. 'Demasiado
me robó la sociedad', se decía, 'en realidad lo que estoy haciendo es recuperar
simplemente algo'. Y continuaba razonando 'Lo hago por mí familia. Me estoy
arriesgando. Lo hago por amor…'
Saltó de un techo a otro. Bajó por el caño de desagüe y entró por la
banderola del baño. 'El estar flaco y con hambre permite estas habilidades', se dijo. Recorrió el interior de la
casa y entró a la habitación de las padres Hurgó por todos los rincones Y encontró el cofre de la familia "Eureka", exclamó y
abriéndolo se encontró con cartas, papeles, fotos, y treinta pesos. Cuando estaba dispuesto a sacarlos le llamó la
atención aquella carta de letras
'patas de araña' devuelta al remitente y se detuvo en su lectura
"Niño Jesús:
Mi
papá me dijo que eras niño pobre como yo,
así que no se de dónde sacas tantas cosas para dar a las gentes que te piden
regalos en el día de tu cumpleaños . Y yo ahora se que los cumpleaños no son
para pedir sino para regalar. Yo siempre te pido muchas cosas para navidad. Pero
ahora se que tengo que dar, por eso te pido que me ayudes a dar, vos que sabes
hacer tantos regalos. En esta Navidad le quiero dar a papá un trabajo porque
está muy triste y algunas veces se enoja... En esta Navidad quiero regalar a
mamá un poquito de descanso porque no para de trabajar todo el día y lava la
ropa de todos los vecinos y la plancha, y a veces la retan porque no lo hace a
tiempo... En esta Navidad quiero ser un regalo para vos, porque no tengo otra
cosa que darte. Por eso voy a tratar de ser muy bueno… como un santo. Niñito
Jesús, feliz cumpleaños. Rodolfo.”
El
ladrón sacó el dinero y lo colocó
en su bolsillo, pero no se movía del
lugar. Todavía recordaba las palabras de aquella carta. ' En esta Navidad
quiero ser un regalo para vos.. Rodolfo'... Y pensó. '¿El niño se llama como
yo, o soy yo mismo recordándome en mi niñez…? Sacó el dinero del bolsillo y lo
volvió a colocar en el cofre... ‘Me quiero regalar a vos Jesús'... ' ¿Y que tal
si me regalo a mi familia?' Recordó a la
anciana a la que, poco antes, había arrebatado su bolso y que aún tenía en su
poder. Lo abrió pero no encontró
ningún tipo de documentos identificatorios, y entre
tantas falsas alhajas de centavos, algunos trapos (entre ellos una bombacha),
tarjeta telefónica, bien enrolladitos:
$200.-. '¿Cómo devolver eso a quien no se conoce? ¡Imposible!’. Miró el reloj y eran las
11:30 hs.’ Todavía tengo tiempo de volver a casa y pasar Navidad con ellos...
De regalo me llevo a mí mismo... Para mis hijos un nuevo padre. Para mi esposa
un nuevo marido. Para Jesús un nuevo hombre... Colocó los $200 en el cofre que
había abierto, besó la carta y se fue por donde entró.
FIN
Para Reflexionar:
-
¿Has visto la
actitud del ladrón ante sus propios defectos? ¡Cuántas veces nosotros mismo
podemos disfrazar de virtud y heroísmo nuestros propios defectos y cobardías!
-
El ladrón
encontró una carta. En esta Navidad, ¿qué señales podemos dejar para que otro,
que venga detrás, mejore sus conductas de vida?
NAVIDAD CONSUMISTA: Un Fariseo está rondando
«El
fariseo de las exterioridades», comenzaba aquel impresionante articulo que
había escrito para el diario más importante de Buenos Aires. En Navidad se
requería un espacio especial, en sus páginas, para la reflexión, e invitado a
hacerlo comenzó a derrumbar paso a paso todas aquellas «formas vacías de
celebrar un acontecimiento que se ha diluido hasta casi desaparecer»... En otro
lado: «sería como preparar un cumpleaños: llenar de globos la casa, gastar en
las mejores comidas y bebidas, hacer una
larga lista de invitaciones y olvidarnos del cumpleañero... Festejar
todos sin él».
Escribía
en otro lugar: « Una persona me dijo alguna vez: Padre, yo no soy católico
pero me cuestionaron y yo le cuestiono a usted: ¿porqué la Iglesia hizo de una fiesta
profana un acontecimiento religioso? Yo le contesté que detrás de aquella
fiesta pagana había todo un simbolismo porque se celebraba el nacimiento del
sol... Y que para nosotros ese Sol, la
Luz del mundo, era Jesucristo. Y en realidad no me escandaliza que se haya
hecho eso, sino el que posteriormente se haya hecho de una fiesta religiosa,
una de las más importantes, una fiesta profana»...
Y
el articulo derribó las actitudes consumistas de los regalos superfluos, de las
comidas suntuosas, de los fuegos artificiales, y sacaba estadísticas de aumento
en las ventas de mercaderías y de «artículos
de última necesidad» en esas fechas.
Terminó
el escrito y lo llevó a la sala de redacción donde ya todos lo conocían. « ¡Padre!»,
le llamó la atención uno de los empleados. « El jefe lo espera en su oficina». Inmediatamente se encamino hacia allá...
Sabía de qué se trataba. Después de conversar un rato le entregó un cheque con
una suma bastante importante...
Estaba
invitado a pasar la Navidad
con su hermano, cuñada y sobrinos... En el camino tuvo el tiempo suficiente
como para hacer algunas compras... 'No voy a caer con las manos vacías', se dijo.
Y compró champaña, pan dulce, y todas esas chucherías (de no bajas calorías), que se ponen para brindar . Eso sí, un buen regalito
para cada uno, y como quedaba un resto, algunos fuegos artificiales para
divertirse con los niños...
FIN
Para Reflexionar:
- ¿Cuál es nuestro discurso y cuál nuestra vida? O, ¿Cuál es nuestra fe
y cuál nuestro testimonio?
- ¿Somos consumistas? ¿Eso es bueno o malo? ¿Por qué?
- En esta Navidad, ¿qué será lo más importante?
NAVIDAD FRENTE AL ESPEJO: Una preparación digna para celebrar
Había
terminado de bañarse y regresó a
su cuarto. Su esposa le había dejado
en el perchero la ropa que él había escogido y pedido que acondicionara... Se
sentó en la cama y se miró por el espejo directamente a sus ojos y se dijo: 'No
debimos haber aceptado la invitación'... Aún notaba que su rostro estaba sucio
por más que lo había fregado
tres veces con jabón. 'No somos de ese nivel ... Seguramente estarán observando
cómo nos comportamos, sentamos y comemos'.. Se colocó la camisa delicadamente
planchada por su señora y se quejó interiormente: 'Pasaré un papelón con esta
ropa, pareceré disfrazado de pasa de uva'. ‘No me cabe la menor duda que
seremos el hazmerreír de todos los invitados'... ' Por eso pretiero pasar las
fiestas sólo... ¿ para que ponernos en
ridículo?’. A todo esto se anudaba la corbata quejándose: ' Por esta
corbata todos me van a reconocer... Dirán: 'corbata azul con rayas grises en
diagonal, entonces es él'... 'Siempre la misma anticuada corbata'. Y aunque
había estado lustrando sus zapatos: una vez a la mañana, otra a la siesta y una más antes de bañarse los miró y se
dijo parecían de adobe.
-
« ¿Quieres dejar de quejarte?». Escucho que le hablaban... Por un instante dudo
pero luego al repetirse la frase se dio cuenta que era el mismo espejo...
-
« ¡Ya me tienes harto con el
desprecio que te tienes a ti mismo! ¡Y yo ligo de rebote!», siguió diciéndole
el espejo mientras que él no salía de su asombro.
-«Mírame...
Mejor dicho, mírate y hazme un favor,
hazlo con dulzura. ¡Ámate!»
-
«Qué debo hacer», pregunto el hombre desconcertado.
-«El
problema está en tu mirada: ¿Ves tu cara sucia?... Acércate a mí Ahora
bésala ¿Qué ves?»
-
«Está luminosa» respondió sorprendido.
-
«Ahora besa tu camisa, tus zapatos, tu corbata», dijo el espejo. Y a medida que
lo hacía todo mejoraba su aspecto.
Desde
afuera se escuchó su mujer: «Querido, ¿puedo pasar?»
-
«¡Ahí viene la bruja!», dijo el hombre.
-
« ¿Qué tienes que hacer?», preguntó
el espejo.
El
hombre dejó que entrara 'la bruja' y
con un beso lleno de amor la transformó en una Reina.
FIN
Para Reflexionar:
- Muchas veces
nuestra manera de ver las cosas crea una ‘realidad virtual’ que nada tieneque
ver con la ‘realidad real’… esa, la que creó Dios…
- Nuestros
enfados son muchas veces porque nos miramos con poco amor y así miramos el mundo…
- El Amor de
Dios debe llegar a nuestros propios defectos para que, como besos, los transforme en virtudes. Ese Amor Divino,
debe pasar por nuestro corazón.
-
En esta
Navidad dejemos que Dios nazca en nosotros para que veamos la vida desde su
propio corazón… Él sabe sacar de una pecadora a una discípula, de un pescador a
un Apóstol y de un pan la
Eucaristía … Dejemos que Él nos bese…






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